martes, 1 de noviembre de 2011

CARTAS ENCONTRADAS

En estos días me preparo para iniciar una nueva etapa, si bien he estado trabajando en ello durante los últimos 3 años, esta semana iniciaré publicamente con CARTAS ENCONTRADAS, un proyecto conceptual motivado por la necesidad de encontrar nuevas formas de expresión, nuevos escenarios, nuevos públicos, es decir intenta cuestionar la dinámica normal del rock y el pop.

Éste es el texto de promoción de mi intervención en el GRAFF 2011:


ARTE SONORO: Música popular posturbana en la Piscina de la Yaguira Viernes 4 de noviembre, 11H00 Edgar Castellanos (Ecuador)

Edgar Castellanos Molina (Mamá Vudú, Niebla FM), presenta su nuevo proyecto multimedia CARTAS ENCONTRADAS, una aproximación a la música ecuatoriana y latinoamericana desde la perspectiva indie. Mediante el uso del espacio público, los medios digitales y la música, se cuestiona la dinámica habitual de la relación público-artista, sin dejar de lado las virtudes de lo popular. La perfomance dentro del Grafff es la primera de una serie de intervenciones que llevará a este proyecto a un intenso recorrido por la profundidad del País.

links relacionados:


www.myspace.com/edgarcastellanosm
www.mamavudu.com

viernes, 25 de marzo de 2011

HURGANDO EN EL RUIDO

(públicado en la revista bg)

Si uno es peatón en la ciudad, está expuesto a un montón de situaciones extremas que lo ponen en real peligro. Pero hay males que por su invisibilidad suelen ser más peligrosos para la salud que un eventual atropellamiento.
El hombre moderno por su carrera en pro de un esquivo confort, se ha visto de repente acorralado por las ciudades que ha creado, asfixiado por el smog y los desechos y también aturdido por el ruido resultante de un sistema industrial donde la acumulación es la ley.
El ruido es uno de los principales agresores del medio ambiente, actúa directamente sobre el oído pudiendo provocar daños en forma irreparable según sea su intensidad y tiempo de exposición.
Desde luego siempre nos queda la vaga ilusión de que con más leyes, reglamentos y mandatos se solucione este tipo de agresión.
Pero posiblemente alguien quiera poner fin al ruido proveniente de cualquier emisora de radio o equipo de sonido que indiscriminadamente emite una jugosa maraña de éxitos musicales que abarrotan las arterias de una ciudad en desorden.
Desde la trágica bachata del bus hasta el pulsante reguetón del puesto de ventas, mezclándose con unas guitarras metaleras en cualquier esquina, se va conformando una maraña de ruido ambiente que puede provocar serio malestar al ya confundido transeúnte.
Esta intrincada banda sonora representa la vida en la ciudad, una incesante búsqueda de medios para sobrevivir en medio de la precariedad y el caos, pero también dentro de la pluralidad y el deseo común de bienestar.
Es así que un fastidio cotidiano se convierte en herramienta de convivencia. Mas allá de gustos y modas, la música, convertida en funcional, nos ubica en el contexto del que la escucha, creándose códigos que permiten el intercambio social.
Este agresivo paisaje sonoro talvez nos está alertando de las deficiencias de la vida civilizada, del hacinamiento, así como de las verdaderas causas del atraso cultural que nos evita apartarnos de las limitaciones de la urbe.
Como dice el pensador argelino Jacques Attali: “la música es profética, la organización social es su eco”.
Hurgando en el ruido se puede encontrar la vitalidad de una ciudad cargada de miles de pasiones y necesidades. En los sonidos de la civilización están también las canciones de nuestras vidas.
EDGAR CASTELLANOS MOLINA