miércoles, 30 de junio de 2010

TEXTO DE PRESENTACIÓN QUITO EN ZARAGOZA


Los mayores dicen que Quito ya no es lo que era, Ya no es la franciscana, la pacífica ciudad de antaño, y en realidad, esta ciudad de los Andes, puede despertar sentimientos encontrados. Todos estamos de acuerdo que es una hermosa ciudad, con un centro histórico alucinante (el más grande de América), pero también es víctima de los problemas de hacinamiento “normales” de cualquier metrópoli: smog, criminalidad, tráfico, etc. Sin embargo la ciudad crece año a año gracias al trabajo de miles de migrantes que llegan a la ciudad desde todo el país, desde todo el mundo.
Lejos de su pasado colonial, Quito parece abrirse a toda clase de expresiones y comportamientos. A medida que se expande el hipercentro, se convierte en el escenario fundamental para todas las manifestaciones culturales, desde exhibiciones de skateboarding (la pista de La Carolina es el skate spot más antiguo de Sudamérica) hasta festivales de música y Teatro experimental, cada plaza, cada calle es testigo de la vehemencia de los quiteños, por donde vamos encontramos afirmaciones de lo ecuatoriano, ferias de comida, artesanías, teatro callejero, música en vivo, etc. La agenda cultural se ha vuelto compleja de seguir dada la gran oferta de actividades y cualquier parte de la ciudad es un encuentro con la fuerza mestiza que define la identidad ecuatoriana.
El sur de Quito, que tiene una historia propia de migración y resistencia se vuelve magnífico escenario para las expresiones más populares, la música lo inunda todo, Tecnocumbia, Vallenato, Heavy Metal, o Hip Hop suenan fuerte desde La estación de tren de Chimbacalle hasta el terminal de Quitumbe.
El centro histórico, patrimonio de la humanidad, antes Carita de Dios, que estremece por su exuberancia, tiene siempre extrañas cosas que ofrecer, contiene el poderoso sincretismo de la cultura quiteña, y desde luego plazas, iglesias y museos son los lugares adecuados para que se desborde el arte. Escenarios Históricos para nueva gente, para nuevos tiempos.
Después del centro histórico, hacia el norte se extiende el antiguo parque de El Ejido, tomado a diario por pintores, músicos y teatreros para placer de los peatones. Cruzando la Avenida Patria llegamos entonces a La Zona Rosa de la ciudad: La Mariscal. A lo Largo de La Avenida Río Amazonas crece la ciudad y crece la vida nocturna moderna. En este sector se encuentran la mayor oferta de hoteles, bares, restaurantes, clubs, casinos, servicios turísticos de todo tipo y también la mayor variedad de nacionalidades conviviendo con parsimonia.
En la Mariscal, nacen y crecen Las bandas de rock más importantes del país,
Aquí Convive la nueva vanguardia cultural con noctámbulos y vividores.
Aquí están las pequeñas catedrales de los movimientos de jazz, salsa, punk, electrónica, reguetón y hip hop del país, Aquí la gente está de fiesta.
Si nos movemos apenas al oriente llegaremos a Guápulo un sector colonial absorbido por la ciudad y donde la bohemia impregna cada cafetín.
Así, hasta donde la ciudad progresa, se siente la presencia del ciudadano dando su lucha, diaria y firme contra la pobreza, arropado en sus costumbres, en sus tradiciones y en sus creencias, también crece la noción de ciudad y apropiación. Entre las contradicciones aparece la verdadera metrópoli, el temperamento de los que la habitan, sobre todo generando identidad con actos. Porque la identidad crece gracias a una práctica cultural de todos, de las instituciones educativas, medios de comunicación, artistas y artesanos. Pero con la vivencia colectiva en la diversidad, en la historia y en la memoria.
Así evoluciona Quito como una nueva ciudad para unos nuevos tiempos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario